Gracias Padre por estar entre nosotros

Hoy regresa a su tierra nuestro querido Padre Ministro General, Fray Marcos Tasca, damos gracias a Dios por haber permitido que estuviera compartiendo con nosotros la vida franciscana, por ser ejemplo de servicio, humildad y fraternidad para los hermanos, ojala y que regreses pronto querido hermano, te esperaremos con los brazos abiertos. Y a nuestro hermano Jorge Fernández lo esperamos para la segunda parte del capitulo. 

Buen Viaje¡¡¡¡¡¡ 

Y este es el principio de todo...

Hermanos con jubilo hemos cerrado una primera etapa en la construcción del Reino, los hermanos capitulares han cerrado la primera parte de este encuentro: el Primer Capitulo Provincial, y ahora comienza un largo caminar en donde seguimos pidiendo sus oraciones para poder seguir dando testimonio del seguimiento de Cristo a ejemplo del pobrecillo de Asís.

Hay en nuestra Iglesia grandes esperanzas, metas por alcanzar; y en medio de este mundo en el cual el Papa Francisco ayer en su homilía a las familias nos invita a seguir siendo luz y sal, comunicando espontáneamente esa sal de la tierra y esa luz del mundo que es levadura para toda la sociedad; nosotros queremos ser parte de esta gran obra. 

La segunda parte del Capitulo se celebrara a finales del mes de Noviembre, por lo cual seguimos pidiendo su intercesión.

Y podremos ahora decir con Nuestro Padre San Francisco: "Comencemos a servir hermanos, lo que hemos hecho hasta ahora es poco y nada".

Los hermanos que forman el definitorio (consejo) para esto cuatro años.

 

 

¡¡¡¡¡¡Nuevo Provincial!!!!!!

Queridos hermanos, les comparto la alegría de la elección y nombramiento del Primer Ministro Provincial para nuestra naciente Provincia de Nuestra Señora de Guadalupe. Fray Francisco Díaz, gracias el Espíritu Santo que ha inspirado a los hermanos en esta elección, y que el nuevo Provincial con la ayuda de Dios nos ayude a todos a caminar por caminos de santidad, paz y hermandad.

Segunda sesión del Capítulo Provincial

El día de hoy, para gloria de Dios, los hermanos capitulares se dieron cita para continuar con la marcha de este tiempo de gracia.

Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios, concede, a nosotros tus siervos, cumplir por la fuerza de tu amor, lo que sabemos que tú quieres y desear siempre lo que a ti te complace, a fin de que, purificados e iluminados interiormente y encendidos por el fuego del Espíritu Santo, podamos seguir las huellas de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y con el auxilio de tu gracia, podamos llegar a ti, oh Altísimo, a ti que en la Trinidad perfecta y en la Unidad simple vives y reinas glorioso Dios todopoderoso, por los siglo de los siglos. Amén.